viernes, 2 de marzo de 2007


Ella tiene los labios carnosos y el cuerpo perfectamente dibujado. Ella está en ti como tú lo estás en mí, con todos sus colores y coqueteos indiscretos, con esa cadencia que marcan sus tacones rojos.

Entonces pretendo no herirme cuando leo en tus ojos su nombre, cuando en realidad me arranco pedazos de corazón. Me mutilo el alma de rabia, me arranco los ojos para sólo verte en mi erótico jardín.